miércoles, 23 de octubre de 2013

diario. III. miércoles

Las cosas por hacer, que se asoman pendientes como la superficie de un iceberg mientras flotamos a la deriva.

A veces una corriente nos acerca un poco, y a veces nos aleja.
Pero te hago, a la distancia, un gesto: levanto la mano por encima del agua, la agito un poco y al reconocerme, sé que sonreís. Se te ilumina la cara y esa luz lo llena todo. La tarde está soleada.

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