domingo, 24 de enero de 2010

Gusanos

Cuando voy a desayunar, muchas veces mi abuela me da una fruta para que coma en la oficina durante el día. Ella sabe bien mis preferencias, y no me da un kiwi si está duro, no me da mandarinas si están un poco zonzas, y así.
El otro día me recomendó un durazno que olía especialmente bien. Cuando la saludo, le digo:
—A la noche te traigo el gusanito de vuelta.
Mi tío salta:
—Hace un montón que no se ven bichos en la fruta con lo que la fumigan...
Y yo les cuento que hace poco encontré un gusano en un durazno, y se lo veía muy saludable. Dicen, además, que los bichos saben elegir la fruta más rica, así que no solo porque está libre de pesticidas si no porque tiene garantía de calidad, parece que no es malo encontrarse un animalejo de estos. Como si no fuera poco argumento, mi abuela aclara:
—Además, el gusano come solo durazno, si te lo comés no pasa nada, es de durazno también.
Hago un poco de cara de asquito ya desde la puerta y le retruco:
—Lo voy a pinchar en un palito y lo voy a bañar en chocolate, entonces.
Pero ella siempre tiene la última palabra (y con cara de gusto y todo):
—¡Qué buena idea eso!

3 comentarios:

Flor dijo...

Mi madre que es bióloga te diría, ¡es proteína!

Bien por tu abuela!

ileana dijo...

cuanto quimico tiene ahora todo!... es verdad!

Silvana Muzzopappa dijo...

Hola Natalia. Lindo blog. Este año parece que Buenos Aires (bueno... en verdad no sé si estás en Buenos Aires) anda menos aséptico que otros años, lo cual a mí me tiene muy contenta. Ya he visto grillos, langostas, escarabajos, polillas y mariposas. Una alegría saber que vuelven los gusanos a las frutas :)

Saludos,
Shirubana.