lunes, 19 de octubre de 2009

El acento de la abuela

Mi abuela y mi tío salen al pasillo del edificio, a ver si desde ahí, desde un ventanuco, pueden ver el nido de palomas que se instaló sobre la salida del calefón. Están preocupados por que les bloquee algo, y no saben cómo espantarlas.
—Hay como quince pájaros —dice mi tío.
—Es que pusieron un nido y ya nacieron todos, deben ser como quince —aclara mi abuela.
—Estos pájaros de miércoles —masculla mi tío.
—No son pájaros —dice la abuela.
—No, ya sé, torcazas.
—No, son pajaros.
Así, con acentuación grave lo dice. Y se entra a reír.

***
Esto viene de una conversación anterior, hace unos meses:
—Ayer se acabó el dulce de frutillas, hoy abrimos este de arandanos —dice mi abue, con acentuación grave también.
—Arándanos —corrige mi tío, recalcando la "esdrujilidad" de la palabra.
—¿Y yo que dije?
—Arandános.
—Es que así son más ricos.
Y sigue preparando las tostadas, como si nada.

1 comentario:

Estrellita dijo...

Me emociona leer tus anécdotas con tu abuela...
Qué bueno que la disfrutes así.
Mi abuela era muy especial para mi y debe ser la persona que mas extraño en mi vida. Hace años ya se fue a alguna estrellita y sin embargo yo la siento siempre muy presente.

Besos!

pd: escribís muy lindo.